Para muchos, reencontrarse con una persona cercana en la adolescencia es perfecto para revivir épocas doradas.
“Estas igual!!!” Frases como ésta suelen ser comunes para saludar a un ex compañerito. O también está el: “Que cambiado estás, casi ni te reconozco!
A pesar de que son innegables los efectos no deseados que vienen con los años, la idea general de quienes nos reencontramos con amigos de la secundaria es seguir igual o mejor que en aquellos años.
Pero ni el celular ni el boca a boca. Nada es tan eficaz como las redes sociales. Con Facebook a la cabeza, es obvio que aunque no tengamos a algunas personas en la lista de amigos, observamos sus vidas en primera fila.
Envidiamos (sanamente y en familia como dijera Carlitos Balá) a las que están mejores que en la secundaria, nos reímos de los que no reconocemos porque están gorditos, canosos o pelados. Nos alegramos si formaron una familia y también por aquel ex compañero que no levantaba ni tierra y ahora está con una diosa y 15 años más joven.

Seguramente alguna tuvo un novio de la secundaria (del que seguro no es amiga en el Face) del que estamos al tanto del cambio de estado civil o emocional de su vida. Y no porque nos haya quedado algo sin resolver, sino de chusmas nomas.
Y acá se presenta una bisagra: Si te dejó por otra, querés que el día en que te lo cruces, te vea espléndida y diga: Mirá de lo que me perdí!
Y si vos lo dejaste por otro, lo mismo querés te sienta que merecía ser dejado por algo mejor.
Para nosotras es importante (o al menos prestamos más atención) a cuestiones como: si estamos solteras, divorciadas o si tuvimos hijos. Y obvio, no nos hagamos las tontas, prestamos GRAN interés a la apariencia física: No podemos creer que una de nuestras amigas no haya aumentado ni un gramo y esté aún más linda de lo que estaba hace dos décadas.
Para ellos, el ser pazón, canoso o pelado no les genera mayor preocupación, siempre y cuando demuestren que haya conseguido éxito profesional y económico.
Si llega a estar igual que en la secundaria, y además ha triunfado, seremos nosotras que diremos: Mirá lo que me perdí! jajaja
Más allá de estas diferencias, después de los primeros 5 minutos críticos, se dejan de lado las vanalidades y sienten que el tiempo no ha pasado. Vuelven a retomar el contacto ya sea que vivan en la misma ciudad o a km de distancia.
Estoy segura de que estas frases no se escucharán dentro de 20 años. Las relaciones van cambiando… los términos van cambiando. (Hablamos como viejos).Ya hemos escuchado a nuestros padres decir: antes las cosas eran de tal o cual manera. Lo mismo nos sucederá con nuestros hijos.
Hay algo que es inevitable: El paso del tiempo. A algunos les sienta mejor que a otros… pero lo bueno es darse cuenta que las relaciones de amistad pueden mantenerse y mejorarse con este tiempo.