miércoles, 18 de noviembre de 2015

Todas las mujeres saben cocinar bien


Estarán de acuerdo que esto es un mito. Aunque no importa si sos abogada, maestra, ingeniera agrónoma o periodista. El que la mujer sepa cocinar parece ser que es un mandato social que viene de generación en generación. Hay culturas como la italiana o la árabe, donde la mayoría de las mujeres tiene un DON. Realmente lo llamo así porque es algo maravilloso y sé que a mi “ese” DON no me toco.
Hay mujeres que son vagas para la cocina. Dicen claramente que no está dentro de sus intereses cocinar. No lo saben hacer, no les gusta, y no les interesa aprender. Disfrutan de otras actividades: decoración,  hijos, amigas, trabajo, spa, gimnasia... Perfecto! Totalmente sinceras y coherentes.
Hay mujeres que cocinan impresionante! Dicen que hicieron un manjar con 3 huevos, 2 tazas de leche… y no me acuerdo que más, porque me quede pensando en que tendría que empezar comprando huevos.  Todos los días su familia come rico… están bien alimentados… y cocinan sin mirar la receta. Las admiro!
Y por último hay mujeres brutas para la cocina. Esa soy yo! No entendemos nada de cocina. No nos enseñaron a cocinar de chicas, no nacimos con el “DON”, pero insistimos en cocinar.
Ponemos las medidas tal cual dice la receta, controlamos el tiempo de cocción a rajatabla y el resultado: Un mamarracho.  No podemos diferenciar entre manteca y margarina. Cuando probamos la mezcla y notamos que no está muy buena, no sabemos si se lo podemos solucionar con sal o azúcar.
Con la excusa de hacerlo todo con mucho amor, servimos platos incomibles con una gran sonrisa. Le ponemos mucha onda… pero siempre, o al menos la mayoría de las veces,  lo estropeamos.
Y lo mejor de todo! La familia lo agradece. Aunque sinceramente creo que agradece que no hayamos prendido fuego la casa, más que el plato servido.
A este último grupito nos convendría sincerarnos: la cocina no es lo nuestro. No sé qué es lo nuestro, pero la cocina seguro que no.  Nos vendría bien tener el teléfono de un delivery a mano; saber que el kétchup no cuenta como salsa para las pastas, y que la ensalada de frutas no se considera un plato sofisticado.

Es evidente que no todas las mujeres sabemos cocinar. Pero si, hay algo que todas las mujeres sabemos hacer: Amar… (Qué romántica!… jajaja al menos sirve para zafar de hacer el almuerzo de hoy).

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