jueves, 29 de diciembre de 2016

Y se va la última!

Se va la última semana del año! Que se hace la última semana del año? (Además de dieta porque después de Navidad quedamos pipones de tanto pan dulce y garrapiñadas).

La última semana del año no hay para hacer mucho. No por deprimidas, sino porque ya venimos enfiestadas y vagonetas del fin de semana anterior. Es como que ya se termino el año, no nos vamos a poner jussssto a innovar ahora. Dedicamos tiempo a cambiar regalos (yo soy de las que siempre cambia algún regalo de Navidad. No lo puedo evitar...), a comprar algún presente para alguien especial en Año Nuevo, pasar más tiempo en familia,y pensar si cocinamos o no para la cena del 31. Porque si decidimos no cocinar, hay que encargar con tiempo, ya que los pedidos se toman hasta hoy!!

No sé si les pasa pero el festejo de Año Nuevo es más relajado. La presión de con quien se pasa, cómo nos organizamos y que hace cada uno se termino.

El tema de los regalos es optativo, la vestimenta más light también (salvo que si o si quieras empezar el año vestida de blanco como si estuvieras en Punta del Este, estando en plena puna, y te pases buscando y buscando el outfit perfecto).

Y es increíble el cambio de actitud!!! Es totalmente psicológico! Realmente el espíritu navideño y los buenos augurios hacen que renovemos energías y esperanzas. A fines de diciembre son días agotadores porque sentimos el cansancio de todo el año, pero surge una luz o no sé que ... El 1 de enero comenzamos renovados y con actitud positiva y pensando que este año seguro segurísimo va a ser mucho mejor que el anterior. Actitud! Esa es la clave!

martes, 20 de diciembre de 2016

Viejita Rockera

No sé si es la altura del año… la cercanía a los 40 pero muchas veces se nos ocurre hacer “cosas” o vivir experiencias que pueden ser para llamar a atención, para marcar una etapa.. o solo por diversión. (Tampoco hay que darle tantas vueltas al tema…)

Hacerse un tatuaje provoca más nervios que casarse. Y no es para menos! Si no funciona el matrimonio, existe el divorcio y no quedan marcas visibles. Solos las del corazón.(Que cursiiii!). Pero si un tatuaje deja de gustarnos, o ya no nos identifica…es más complicado sacarlo de nuestras vidas.

Por eso cuando se toma la decisión de marcar la piel “para siempre” hay que estar muy seguros y no es recomendable tatuarse el nombre de la pareja del momento. Repito: Es preferible sellar el compromiso con un casorio que con un tatuaje.
Es difícil elegir el diseño y el lugar donde hacerse la obra de arte. De solo pensar que puede causar dolor el proceso ya nos estamos arrepintiendo.

Ahora están de moda las mandalas, en otra época fueron los símbolos chinos, y los más osados piensan en imágenes religiosas. Como si fuera ésta una forma de reafirmar y recordar lo que uno siente y quiere. O de convencerse de que debería ser así. Muy rebuscado…más, si vemos a alguien con un tatuaje de dragón que le ocupa toda la espalda. No hay forma de análisis posible!

Las mayoría de las mujeres se tatúa en lugares que no se pueden ver a simple vista, en cambio los hombres cuanto más expuestos esten, mejor!

Eso de tatuarse medio escondido el diseño está bueno también. Porque de última si uno se cansa… no tiene que seguir viendo algo con lo que no está conforme.

Dicen que cuanto más cerca del hueso se encuentra la piel más dolor provoca. (Con esta idea,.. solo veo posible tatuarme algún lugar acolchonadito y lo único que se me viene a la cabeza resulta demasiado provocativo para alguien que está cerca de los 40).

No es mala idea hacerse primero una prueba con tinta de henna para ver qué posibilidades existen que quede bien. Pero si después el tatuador le pifia? Puede ser! Es un ser humano… puede equivocarse. Cualquier profesión tiene sus riesgos. Obvio que no es lo mismo hacer mal un balance y tener que rehacerlo, que no calcular bien la estructura de un edificio o tatuar unas líneas torcidas.

Hay mitos y verdades dependiendo el lugar donde uno se tatúa. Se dice que quienes eligen el cuello para tatuarse están reclamando acerca de la insatisfacción en la que viven, y de su falta de valentía para dejar claros sus ideales. Los que prefieren su espalda como lienzo, tienen miedo de tomar posiciones concretas, y le escapan a las decisiones y responsabilidades importantes.
Si se deciden por el pie buscan estabilidad y necesitan asumir valores concretos sobre los cuales proyectar su futuro. Los que lo hacen en su mano buscan el dominio de las emociones; si es en la derecha buscan justicia, si es en la izquierda buscan poder.

Los que eligen las piernas son personas inquietas y con ganas de comunicarse descubriendo diferentes formas de vivir. Y en el brazo o en el hombro, se tatúan quienes quieren sentirse útiles.

No sé si esto será verdad o no, yo personalmente lo único que pensaría es en la estética de cómo quedaría y a futuro cuanto se arrugaría esa parte del cuerpo.

(A todo esto… uno piensa tanto para hacer un diseño sutil y la hija de Tinelli se tatuó el cuerpo entero. O ella es muy corajuda o yo muy cobarde).

martes, 6 de diciembre de 2016

Hechas un fuego!

Y de repente después de taaaaanto frio, hace calor!! Siiiii!!! Por fin día de pileta!

Salimos como locas a intentar sacarnos ese blanco (blanco verdoso en mi caso) de la piel. Y hay cosas para las que no estamos a esta edad. Por ejemplo: la insolación. Ya estamos grandes, ya sabemos que hay que usar protector, sombrero, que es malo tomar sol en horas del mediodía, ya sabe todo! Pero en la desesperación preferimos estar coloradas como camarones a blancas. No sabemos cuándo va a volver a estar así de lindo.

Es que después de tanto invierno, que empiece a hacer calor, parece casi una obligación mostrar las piernas… andar más livianas de ropa. Es necesario dar un poco de color a nuestro cuerpo. Lo que nadie aclaró es qué color! (No es excusa… Podríamos haber recurrido al autobronceante) Entonces, si bien se ve mejor el rojo de fondo, no hay forma de bajar el ardor de la piel.

Ahí es donde decimos: Porqueeeee???!!! Ya no estamos en la secundaria para andar haciendo estas tonteras. Y lo peor es que no nos tiramos como lagartos al sol. No! Uno va haciendo cosas: cortar el césped… pasar el barre fondo de la pile, jugar con sus hijos... Y ahí está el otro problema. Además de quedar como camarones, somos camarones marmolados. Porque eso de quemarse parejito es cosa del pasado. Quien de Uds. logra permanecer en la misma posición más de quince minutos. Es todo un desafío! Si no es la hija que quiere el flota flota, es el marido que se olvidó el toallón. Si no es la perra que perdió la pelota entre las plantas, es tu sobrina que te pide jugo. Y así sucesivamente…

Ahora todas las que pasaron un finde divino bajo sol y sin protector, estamos buscando remedios caseros para aliviar las quemaduras de la sobreexposición: Aloe vera, compresas frías, tomar mucho agua, hidratar la piel con crema, rodajas de papa y maicena. Terminaremos hecha una enchastre pero es necesario calmar este fuego. De ponernos un jean ni hablar! Y menos que alguien se nos acerque. Esto es terrible! La próxima factor 100!