miércoles, 30 de diciembre de 2015

Año Nuevo, Vida Nueva!!!



Es algo muy común que comencemos el año con expectativas, ilusiones y queriendo hacer todo lo que no hicimos el año anterior. Es como que el reloj marca las 00:01 y todo tiene un nuevo color. Decimos: Este año si voy a hacer todo lo que el año anterior y el anterior, y el anterior no hice.

Alguna de Uds. hace listas? Alguna anota todo lo que quiere hacer para después ir tachando cuando lo va logrando? Yo no, pero si me propongo hacer actividades, llevar a cabo proyectos y promesas que si me pongo a recalcular estoy en el horno.

Algo de esto les suena familiar?

-No me levanté ni un sólo día dos horas antes de desayunar para hacer gimnasia. Hasta que no escucho que mi marido está haciendo el licuado ni me asomo…

-No fui ni un solo día al centro en bicicleta… a pesar de que tardo más en el auto por el tráfico y el estacionamiento, no logré encontrar el outfit sin tacos como para poder hacerlo.

-No pinte las macetas del jardín que ya no defino de qué color eran…

-No logré leer ni cinco libros en todo el año, y no es que no me hice el tiempo, Netflix copo mí tiempo.

-No llegué a cumplir ni siquiera una sola semana sin comer harinas. Cuantas semanas tiene el año? Tuve varias oportunidades, pero no pude… CERO voluntad.

-El cuadro que pinto mi sobrina y quedaría hermoso en el living, sigue apoyado en una de las paredes de mi oficina

-Y digan que no se me ocurrió ponerme como meta aprender a cocinar porque tampoco hubiese cumplido.

Como verán, tengo varios “NO” en el haber… lo admito, pero si no logré levantarme tan temprano para hacer gimnasia, es porque me acosté tarde eligiendo compartir tiempo con mi marido. Si no pinte las macetas es porque me copé jugando en el patio con mi hija. Y si no pude dejar de comer harinas, es porque pase tardes hermosas mateando con amigas.



Pero saben qué? Papá Noel me trajo un taladro de regalo, así que seguro este año al menos voy a colgar el cuadro que pintó mi sobrina, armaré los estantes para libros de mi hija, y algunas cositas más.

Año nuevo, vida nueva. Hagamos listas más extensas y prometedoras! Lo mejor está por venir.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Noche de Paz, Noche de Amor?


Din Din Don! Llega la Navidad!!! Y lejos de ser un espacio de alegría, festividad religiosa y reunión familiar, las fiestas han pasado a ser un evento social que, para muchos, termina siendo el momento más estresante del año.
Empezando por la decoración navideña. A muchas mujeres les fastidia hacerlo, pero terminan colgando cualquier mamarracho alegando que lo hacen por sus hijos.
A esto sumarle decidir dónde se van a pasar las fiestas. Si con la familia de una o la del marido, si son muchos en la familia o son pocos. Si con los hermanos o con los amigos. Y esto si están juntos, porque si están separados… (Ya sean abuelos, padres o una misma) Agarrate Catalina!!!!
Tema comida: quien dijo que en navidad se come vitel tone, pavo y pan dulce? Nunca una lechuga no? Tradiciones que seguimos repitiendo año tras año y que en el fondo nos gustan. Pero quien lleva cada cosa? No es justo que el dueño de casa (encima que después le queda todo sucio) se encargue además de la comida. Sería fácil organizar un plato por familia con una semana de anticipación, pero otro tema! (y ya parezco Santo Biasatti) hay familiares que confirman su benemérita presencia el 23 al mediodía y desequilibran el equilibrio logrado la semana anterior.
A estas alturas el espíritu navideño se está agotando, entonces decidís que solo compras regalos para los niños de la familia, y a último momento escuchaste un villancico que te ablandó el corazón y salís corriendo a comprar regalos para tooodos!! Y te enojas cuando a los demás no se les ocurrió lo mismo y recibiste un repasador con campanitas.
Hacés una campaña en contra de la pirotecnia, pero dieron las doce y salís a disfrutar de los fuegos artificiales que tiran los vecinos, maravillándote al ver el cielo iluminado.
Somos tan contradictorias que no nos aguantamos ni nosotras mismas… pero finalmente nos aflora la vena amorosa y nos damos cuenta de que nos preocupamos por tonteras y que lo importante es estar con quienes más queremos, ya sea navidad o cualquier día sin festividad.
Noche de paz (en lo posible), Noche de amor… Feliz Navidad!


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Me gusta ser mujer...



Desde Neruda hasta Arjona han sabido describir las diferentes mujeres, y sus emociones. Hasta Shakira describe una “Loca” en su reconocido hit. Y si digo “Malvada” no puedo dejar de recordar al icono tropical de los ’90: Roberto Edgar Volcán.

Existen varios estereotipos por donde se nos mire, pero solo son eso: ESTEREOTIPOS. Modelos, etiquetas con las que se nos clasifica a algunos grupos de mujeres. Algunas nos podremos sentir más identificadas con unos y más alejadas de otros. Sin embargo, en general, no somos tan simples, la mayoría poseemos una personalidad más compleja que abarca una sumatoria de defectos y virtudes (muchas más de estas últimas) de cada uno de estos estereotipos.

La indecisa, la intelectual, la ejecutiva, la desesperada, la femme fatal, la materialista, la enamoradiza, la fashionista, la histérica, la malhumorada, la pesada….

A nadie molestaría el encuadre en mujer inteligente, sexy y divina. El tema es que tenemos un poco de todo y muchas veces hacemos todo lo necesario para estar más encasilladas dentro de las histéricas que de las divinas… o me equivoco?

Si bien los estereotipos no son una cuestión de género, hablemos de chicas!

Antes de salir a cenar nos cambiamos 5 veces de outfit: Esto no significa ser insegura. Significa que disponemos de varias prendas y queremos encontrar la que en ese momento refleje nuestras emociones.

Las mujeres serias y con anteojos, son intelectuales: Error! Son chicatas! Lo que no quita que puedan ser inteligentes, pero está dentro de las probabilidades el que no vea bien.

Las que se olvidan la fecha de cumpleaños del marido: Eso no es ser despistada. Es ser soñadora! Están entretenidas pensando en viajes, en momentos perfectos y soñar la mejor fiesta de cumpleaños para su marido, que justo ese día olvidaron.

Las que son suegras: Este estereotipo merece un capítulo aparte y extenso del que ya nos ocuparemos más adelante…



Y mí preferido! Las mujeres que simulan ser histéricas: Ocuparse de la casa, de los hijos, desarrollarse como profesional y ser la mejor amante; hacen que parezcamos histéricas, pero en realidad no lo somos. Sólo nos estamos ocupando de ser perfectas.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Tener amigas es saludable



Ya sabemos que tanto hombres como mujeres expresamos nuestras emociones de maneras diferentes.
Mientras ellos se cierran completamente, nosotras tendemos hablar con otras chicas.
Tener amigas es una experiencia única donde se genera un amor muy especial. Valores como la confianza y la lealtad son la base fundamental de estas relaciones.
Tener amigas significa que cuando te peleas con tu novio o marido, vas a llamarla a la hora que sea para y pedirle su opinión al respecto.
Significa que se va a alegrar con tu felicidad, y está lista para destruir lo que te haga infeliz.
Las amigas son las que te van a dar la fuerza que necesitas en los momentos que no tenes energía. Y son también las que te van a decir que estás equivocada aunque te enojes y no quieras escuchar.
Y no importa cuánto sepas de algo, seguramente una amiga podrá enseñarte algo nuevo.
Cualquier excusa es buena para juntarse. Y cuando digo cualquiera, es cualquiera. Ustedes me entienden: puede ser tanto el cumpleaños de una amiga como el de su mascota, el casamiento de una como el divorcio de otra. Un día caluroso, como uno muy frío. Un logro como un fracaso. Una comida suculenta como un cafecito de cinco minutos. Brindar porque una dejó de fumar, como por una que nos impulsa a ir al gimnasio. Festejar un reencuentro después de un par de años, como celebrar que nos vemos a diario.


Leí en uno de esos estudios que realizan las universidades, que cuanto más tiempo pasamos con nuestras amigas, nuestro cuerpo libera oxitocina, la sustancia que nos hace sentir mejor, lo que reduce los efectos del estrés. Y además cuantas más amigas tengamos, se tiene menor riesgo de desarrollar enfermedades físicas al envejecer, contribuyen a reducir los riesgos de enfermedades ligadas a la presión arterial y colesterol.
Será por estas razones que las mujeres vivimos más que los hombres?
Ni que necesitáramos de un estudio científico para saber lo saludable que es tener amigas.
Por eso si sos una de esas mujeres bendecidas con la amistad, llamá a una amiga (o mandale un Whatsapp) y decile cuánto la querés. No es necesario esperar al 20 de julio para celebrar la amistad.


miércoles, 2 de diciembre de 2015

CHICOS MALOS, NO TAN MALOS


Dicen que el ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra.
Todas tenemos una amiga linda, tierna, bondadosa, trabajadora, inteligente cuya vida amorosa consideramos no se merece.
Nos preguntamos por qué siempre elige chicos malos y después se queja de dicha elección. Tiene literalmente un imán para relaciones que no tienen futuro y de las cuales sale destrozada.
Será Hollywood el culpable de que el chico rebelde, reo y malo sea el protagonista?
Será el masoquismo que idílicamente enamora en Las 50 sombras de Grey?
Será que no le está poniendo onda al casting?
Me he encontrado con varias respuestas: (ninguna muy sorprendente …)
-“Es lo único disponible”: Pasando los 30 escasea encontrar hombres potables. Es válido.
-“Va a cambiar por mí”: Nooooooo!! Porqué no enamorarse de una persona como es, sin querer cambiarla?
-“Me siento fea y a él le parezco linda”: No hay mujeres feas! Hay mujeres con baja autoestima.
-“Mi vida es aburrida y él le pone adrenalina”: Es más divertido subirse a la montaña rusa que lidiar con problemas emocionales.


Estas elecciones son inconscientes y muchas otras conscientes. La justificación más fácil es decir que todos los hombres son iguales. (Saliendo en defensa de los chicos: no son todos iguales algunos son peores que otros. No metamos a todos en la misma bolsa jajaja.)

En realidad, creo que es cuestión de compatibilidad (y de que justo los planetas estén alineados).

A veces un chico malo puede ser bueno para alguien y un chico bueno puede ser malo para otra persona. Todo es muy relativo y no hay recetas. Solo hay amigas que puedan aconsejar, contener y hacer sonreír.

Aunque el panorama se ve completamente oscuro para encontrar a “buenos chicos”, hay luz al final de túnel. Les diría que caminen y busquen como Lita de Lazzari, pero en realidad el amor (o lo que se le parezca) y la persona indicada, llegan en el momento que menos se espera.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Naricita, narizota

Cuando una transita la adolescencia… se va dando cuenta de sus virtudes y defectos (por llamarlo de alguna manera) gracias al cariño expresado con humor de nuestros compañeritos de secundaria.
Orejona, gorda, enana, narigona, escuálida, condorito, ojona, patona… (y podría seguir enumerando todo el día. Qué crueles que somos en la adolescencia!)

La mayoría de los piropos están orientados a la apariencia física, que se pueden ir modificando con el tiempo en forma natural o con ayuda del bisturí.

Una de las cirugías más comunes es modificar la apariencia de la nariz.

Dicen que si nacemos con una gran nariz, nunca debemos operarla, porque en ésta se refleja nuestra personalidad. Y enseguida sale a la luz para iluminar nuestras vidas vistas detrás de una inmensa nariz, el ejemplo que ha sido por años “La Señora Nariz”: Barbra Streisand.

Una hermosa mujer que supo triunfar a pesar de tener una nariz prominente. Será que no lo hubiese hecho con una nariz pequeña? O será que es más fácil la vida con una nariz linda?

Muchas personas repiten como si fueran pitonisas: “El tener una nariz grande está asociado a personas valientes con personalidades fuertes y definidas”. Y si! Tienen razón! Hay que tener valentía para llevar semejante nariz, y un carácter fuerte para soportar las cargadas y saber contestar a las burlas.

Si bien desde hace miles de años la tendencia siempre favoreció a las narices pequeñas, hay muchas mujeres hermosas que deciden no pasar por el bisturí porque se sienten muy bien con su apariencia.

Alguien dijo sobre Cleopatra, que si su nariz hubiera sido más pequeña, habría conquistado el mundo.

Para las que deciden operarse, el dolor es lo que menos importa. Y les digo con conocimiento de causa, que no se trata de realizarse una rinoplastia para triunfar, o agradar o encajar en la sociedad, o ser cobardes. Se trata de sentirse cómoda.

No creo realmente que sea tan psicológico o rebuscado el querer mejorarse la nariz.



Nada más cómodo que ponerse un jean que no nos apriete. Nada más cómo que tener una nariz que nos guste. 

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Todas las mujeres saben cocinar bien


Estarán de acuerdo que esto es un mito. Aunque no importa si sos abogada, maestra, ingeniera agrónoma o periodista. El que la mujer sepa cocinar parece ser que es un mandato social que viene de generación en generación. Hay culturas como la italiana o la árabe, donde la mayoría de las mujeres tiene un DON. Realmente lo llamo así porque es algo maravilloso y sé que a mi “ese” DON no me toco.
Hay mujeres que son vagas para la cocina. Dicen claramente que no está dentro de sus intereses cocinar. No lo saben hacer, no les gusta, y no les interesa aprender. Disfrutan de otras actividades: decoración,  hijos, amigas, trabajo, spa, gimnasia... Perfecto! Totalmente sinceras y coherentes.
Hay mujeres que cocinan impresionante! Dicen que hicieron un manjar con 3 huevos, 2 tazas de leche… y no me acuerdo que más, porque me quede pensando en que tendría que empezar comprando huevos.  Todos los días su familia come rico… están bien alimentados… y cocinan sin mirar la receta. Las admiro!
Y por último hay mujeres brutas para la cocina. Esa soy yo! No entendemos nada de cocina. No nos enseñaron a cocinar de chicas, no nacimos con el “DON”, pero insistimos en cocinar.
Ponemos las medidas tal cual dice la receta, controlamos el tiempo de cocción a rajatabla y el resultado: Un mamarracho.  No podemos diferenciar entre manteca y margarina. Cuando probamos la mezcla y notamos que no está muy buena, no sabemos si se lo podemos solucionar con sal o azúcar.
Con la excusa de hacerlo todo con mucho amor, servimos platos incomibles con una gran sonrisa. Le ponemos mucha onda… pero siempre, o al menos la mayoría de las veces,  lo estropeamos.
Y lo mejor de todo! La familia lo agradece. Aunque sinceramente creo que agradece que no hayamos prendido fuego la casa, más que el plato servido.
A este último grupito nos convendría sincerarnos: la cocina no es lo nuestro. No sé qué es lo nuestro, pero la cocina seguro que no.  Nos vendría bien tener el teléfono de un delivery a mano; saber que el kétchup no cuenta como salsa para las pastas, y que la ensalada de frutas no se considera un plato sofisticado.

Es evidente que no todas las mujeres sabemos cocinar. Pero si, hay algo que todas las mujeres sabemos hacer: Amar… (Qué romántica!… jajaja al menos sirve para zafar de hacer el almuerzo de hoy).

miércoles, 28 de octubre de 2015

Selfies: Nuestra vanidad a flor de piel

Pensamos que tomarse selfies es cosa de adolescentes. Pero no! Admitámoslo… Nos encanta sacarnos fotos, y amamos los filtros que nos sacan las manchas del rostro y nos hacen ver bellas. (Sería un pecado tener semejante herramienta tecnológica y no hacer uso de ella)

Vivimos en un mundo con demasiada información y mucha de ésta atraviesa las redes sociales. Estamos a un solo un click de estar en vidriera: Mostramos lo bien que la estamos pasando, donde y con quien. Obvio nadie quiere sacarse fotos si la está pasando mal o morís de aburrimiento. (O si… pero con la cara impecable y haciendo que la tristeza o el aburrimiento nos siente muy bien).

Coincidirán conmigo en que solo publicamos lo que queremos que vean los demás. Y estamos atentos tanto a los comentarios como a los “like” que obtenemos.
La egolatría es una reacción inevitable en las plataformas sociales y no es cuestión de edades. Aunque si se puede considerar una moda.
Mostrar la “belleza interior” es muy valioso. Pero seamos sinceras;  estar bellas por fuera no tiene precio.

Esto de ser interesantes y ser exóticas no nos lo cree nadie. Salimos divinas en una foto y la exprimimos usándola como fondo de pantalla de la computadora, del celular, y perfil de WhatsApp.

Y esto no tiene que ver con los ideales de belleza o las presiones de la sociedad, tiene que ver con la vanidad. Que en las mujeres comienza cuando somos pequeñas y evidentemente sigue con el paso del tiempo.
Nos tomamos cerca  de 30 fotos para elegir la que más nos gusta. Nos divertimos haciendo poses y caras que no haríamos frente a otras personas.

Como dijera Al Pacino en el film “El Abogado del Diablo”: Vanidad,  mi pecado favorito.

Tenemos más de 30 y nos sumamos  a la tendencia de la selfies!  Pero ojo!  A estar atentas!! Que solo sea un juego y no se convierta en una loca obsesión.

martes, 27 de octubre de 2015

Se viene el calorcito! (Es una forma de decir, el calor va y viene!)

Qué tiempo loco no? Dijeran nuestras abuelas… Un día hacen 35 grados y al siguiente 10. Y más allá de las enfermedades que los cambios climáticos traen, lo que nos preocupa de las variaciones térmicas a partir de cierta edad, es el guardarropa. No por lo que pueda contener, sino por lo que nos pueda “contener”.

Venimos del invierno con unos kilitos de más… (Que son totalmente justificables y no están en discusión). Y de repente!!!! 35 grados.  Cómo hacer que se vea bien un una remerita y un jean de color claro???!!! Ni mencionar color blanco…. (NO WAY!)

Y ahí es cuando empezamos a tomar conciencia y reflexionamos:
*Porque no fui al gimnasio durante todo el año?
*Porque tengo que empezar una dieta en octubre a las apuradas?
*Porque tengo que dejar de comerrrrrr?
*Porque no me alimenté bien durante todo el año?
*Porque me gusta tanto comer???!!!

Y de repente… baja la temperatura: 10 grados. Agradecemos al Cielo, a los santos y a la naturaleza!!! Tenemos una pequeña oportunidad y un poquito de tiempo para ponernos en forma: inscribirnos en un gimnasio… ir a la nutricionista…. caminar…
Pero NO! Nuestro cuerpo es tal para cual con nuestra mente. Con la excusa de que “esta ideal para una chocolatada calentita con medialunas”, le entramos a lo que venga. Y después nos quejamos!  



Llevar una vida sana y equilibrada es lo que mejor para tener una calidad de vida óptima. Pero mientras tomamos conciencia, nos calzamos las zapatillas, el jogging … y comienzan a verse los resultados, hagamos honor a la ropa harapienta (o hippie chic o boho chic) y vamos con el blanco holgado y fresco.  A decir verdad… ya no estamos para soportar ropa apretada e incómoda. Tenemos más de 30, muchas otras cosas lindas por las cuales preocuparnos y tenemos la suerte que la moda está de nuestro lado.

Qué nos ponemos después de los 30?

Cuantas veces la rutina no hace olvidar vernos al espejo y definir un look acorde a nuestra edad? 
Nos cuesta dejar aquellas prendas con las que nos sentimos seguras durante mucho tiempo.

El tema es que no podemos seguir usando las mismas prendas que usábamos durante nuestra adolescencia. Muchas ya no están de moda y otras ni siquiera nos quedan como en ese momento.

No es para deprimirse ni tomarlo a mal... Pero aquellas prendas que hacían furor en los ´90 ya no son para nosotras... Si bien todo es cuestión de actitud hay cosas que ya no van. 
Para las que están llegando a los 35 o ya los pasaron, seguramente recordarán las queridas y respetadas bucaneras. En aquel entonces eran divertidas y constituían el perfecto outfit para la noche. Hoy no es cuestión corporal solamente, sino que son la viva representación de una época rebelde que ya transitamos hace bastante. Entonces que usamos? Optamos por las medias largas con colores neutros, encaje o alguna trama. 
Morimos por los Crop Top. Para las que no saben de que se trata: son esas prendas que antiguamente llamábamos puperas y ahora nos hacemos las glamorosas y les decimos Crop Top.

Las adolescentes los llevan impecables, pero tenemos que entender que no todas tenemos una panza chata y firme para que luzca sexy. Es preferible una blusa dentro de un pantalón o pollera que también puede causar el mismo efecto. 
Y para las minifaldas un párrafo aparte.

Tenemos una vida Extra Large: Jornadas de trabajo XL,  andar con niños de un lado a otro, cursos de especialización  de jornadas completas, la preparación de un super menú para toda la familia… Claramente todo lo que lleve la palabra mini adelante resulta muy chiquito para nuestra vidas llenas de actividades. Por esto es preferible usar faldas de la rodilla hacia abajo.  


Ahora, si sos de las que tienen las piernas de Dolores Barreiro, o el lomazo de Pampita Ardohain obviamente desestimá absolutamente todo lo que dije. Cualquier trapo te va a quedar bien. 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Como cambiar de década equilibradamente?

No recuerdo a quien  oí decirlo, pero todavía  quedo grabado en mi memoria el consejo que daba aquel hombre respecto a no comenzar una relación con una mujer que estuviera finalizando una década (léase 29 años…39 años… 49 años); ya que las mujeres nos ponemos algo… insoportables, obsesivas y desequilibradas.
Consejo un tanto machista que cualquiera de nosotras hubiera negado por la simple razón que nos creemos amorosas. Pero algo de razón tenía…
Los cambios de décadas representan crisis y sacudidas. La buena noticia es que no solo nos pasa a las mujeres, sino que también a los hombres, aunque de forma diferente.
Las mujeres necesitamos ser escuchadas, comprendidas, mimadas… y los hombres buscan que los admiren y aprecien.
Las crisis nos demuestran que algo cambió y lo peor: aun no sabemos cómo sigue! Una incertidumbre que ni yendo a una vidente la resolveríamos…
Creemos  que todo va a seguir más o menos de forma similar. Pensamos que no envejeceremos, que nuestro cuerpo no cambiará, que nuestras relaciones se mantendrán iguales… y resulta que todo va evolucionando y muchas veces (la mayoría) de una manera que no esperábamos.
 Quien espera pasar de usar bikini a malla entera? O encontrarse  con las primeras arrugas y hasta divorciarse?
Ahí es el momento en que evidentemente y sin darnos cuenta (o si… pero no nos importa) reaccionamos como personas desequilibradas.
Necesitamos urgente:
ü  un gimnasio,
ü  dejar de comer harinas,
ü   salir todos los fines de semana,
ü  conseguir un novio a cualquier precio,
ü  casarse y tener hijos,
ü  terminar una carrera,
ü  plantar un árbol (o dos, por las dudas que el primero no prenda),
ü  escribir un libro (y si es un bestseller mejor!!!)
ü  aparentar que tenemos la onda de los veinticinco (cuando en realidad nos molesta la energía de los que tienen veinticinco).
 Uff!!! Agotadorrrrr !!!

Supongo que si tomamos estos momentos como oportunidades, el cambio de década no debería darnos dolores de cabeza.
Sería genial  darnos el lugar a oportunidades y proyectos nuevos. Relajarnos, conocernos más. Hacer lo que realmente nos hace felices.
Si tomamos todo este lío como un desafío, seguramente encontraremos algo interesante.
La macana es que el entusiasmo nos va a durar lo mismo que un novio en la secundaria y en diez años más, vamos a hacer el mismo show de emociones.  Pero seguramente con un poquito más de madurez.