Es sabido que una de las tantas formas de presumir de los
hombres, es mostrándose en un auto hermoso y si es posible último modelo. Eso
sí, si ellos quieren una relación duradera, no hace falta que tengan el
vehículo más caro, ya que esto no garantiza que el vínculo prospere.
Si bien las mujeres no somos ajenas a ese tipo de encantos,
a una cena a la luz de la velas a lindos regalos, hay muchas otras cuestiones que nos interesan
en mayor o igual medida sobre los “autos”.
Lo primero que notamos es el conductor. El auto pasa a
segundo término. Si el conductor no nos gusta, físicamente o como se dirige a
nosotras (algunos pueden resultar muy pedantes), no nos interesará así este
subido en un Alas de Gaviota.
Muchas mujeres prefieren los autos grandes porque dan
sensación de seguridad y lo asocian con la protección que les puede dar el
conductor. (Si sos de este tipo de chica, pensa cuando vos lo manejes y lo
tengas que estacionar en pleno centro… yo que vos, lo pienso mejor).
Otras, le dan importancia al color. De una u otra forma a
las mujeres nos gusta llamar la atención (no nos hagamos las tímidas …). Y la
verdad que no es lo mismo bajar de un convertible rojo que de un discreto auto
con 4 puertas gris.
Hay requisitos mínimos como para empezar a charlar: la
limpieza es esencial. Si no está en condiciones de higiene básicas, seguramente
ni siquiera vamos a subirnos.
Que al menos funcione.
Está bien que no seamos exigentes con el modelo del auto pero no da que
en medio de la cita y con taco aguja tengamos que estar empujando el auto.
Si tiene olorcito
rico mucho mejor! O al menos que no haya olor feo. Tener la ropa de futbol
sucia en el asiento de atrás cumple la misma función que un espantapájaros en
medio de un campo.
Obviamente hay muuuuuchas excepciones, pero seguro que si el
chico que nos gusta no tiene auto, y nos pide el teléfono amablemente, se lo
damos encantada.
Hombres!!! Tengan en cuenta que el auto no es tan importante
para conseguir el teléfono de una chica!
El que no tenga el auto en condiciones aceptables, una
caminata es un plan mucho más romántico. Y la exageración tampoco ayuda. Esos
hombres que aman a su auto más que a su
mamá también espantan. Cordura ante todo!
Es una cuestión de actitud. Y si la actitud viene acompañada
de belleza, inteligencia y caballerosidad
mucho mejor!