miércoles, 30 de marzo de 2016

Billetera mata galán. Y auto?

Es sabido que una de las tantas formas de presumir de los hombres, es mostrándose en un auto hermoso y si es posible último modelo. Eso sí, si ellos quieren una relación duradera, no hace falta que tengan el vehículo más caro, ya que esto no garantiza que el vínculo prospere.
Si bien las mujeres no somos ajenas a ese tipo de encantos, a una cena a la luz de la velas a lindos regalos,  hay muchas otras cuestiones que nos interesan en mayor o igual medida sobre los “autos”.
Lo primero que notamos es el conductor. El auto pasa a segundo término. Si el conductor no nos gusta, físicamente o como se dirige a nosotras (algunos pueden resultar muy pedantes), no nos interesará así este subido en un Alas de Gaviota.
Muchas mujeres prefieren los autos grandes porque dan sensación de seguridad y lo asocian con la protección que les puede dar el conductor. (Si sos de este tipo de chica, pensa cuando vos lo manejes y lo tengas que estacionar en pleno centro… yo que vos, lo pienso mejor).
Otras, le dan importancia al color. De una u otra forma a las mujeres nos gusta llamar la atención (no nos hagamos las tímidas …). Y la verdad que no es lo mismo bajar de un convertible rojo que de un discreto auto con 4 puertas gris.
Hay requisitos mínimos como para empezar a charlar: la limpieza es esencial. Si no está en condiciones de higiene básicas, seguramente ni siquiera vamos a subirnos.
Que al menos funcione.  Está bien que no seamos exigentes con el modelo del auto pero no da que en medio de la cita y con taco aguja tengamos que estar empujando el auto. 
 Si tiene olorcito rico mucho mejor! O al menos que no haya olor feo. Tener la ropa de futbol sucia en el asiento de atrás cumple la misma función que un espantapájaros en medio de un campo.  
Obviamente hay muuuuuchas excepciones, pero seguro que si el chico que nos gusta no tiene auto, y nos pide el teléfono amablemente, se lo damos encantada.
Hombres!!! Tengan en cuenta que el auto no es tan importante para conseguir el teléfono de una chica!
El que no tenga el auto en condiciones aceptables, una caminata es un plan mucho más romántico. Y la exageración tampoco ayuda. Esos hombres  que aman a su auto más que a su mamá también espantan. Cordura ante todo!

Es una cuestión de actitud. Y si la actitud viene acompañada de belleza, inteligencia y caballerosidad  mucho mejor!

miércoles, 23 de marzo de 2016

El que busca, encuentra!!!

Por fin el primer fin de semana largoooooo! En marzo se empieza legalmente el año. Tenemos la sensación que es como una trompada de responsabilidades. Entonces consideramos estos cuatro días para tomar aire después de intentar ponernos al día. Una excusa más para planear unas extra mini vacaciones.
Primero decidimos el lugar a donde ir. No muy lejos porque si no, nos la pasamos viajando. No muy cerca porque no llega a ser una verdadera escapada…
Ropa fresca y ropa abrigada. La comúnmente llamada ropa de entretiempo. Ni chicha ni limonada.
Cuando queremos guardar la ropa dudamos entre si se justifica la valija o con un bolsito nos arreglamos.
Igual, tratamos de no complicarnos mucho porque total…son sólo 4 días.
Y lo último e indispensable para viajar además de la buena onda, los documentos: los tuyos, los míos y los nuestros.
Pedir a nuestra pareja que busque la documentación  para terminar más rápido con los preparativos podría convertirse  en el fin del plan vacacional.
Primero la pregunta de rigor que nos hacen es: ¿Dónde están? No hay muchos lugares dónde uno pueda guardar los documentos. ¿Verdad? Nos dan ganas de contestar que los busquen en la heladera, pero como posiblemente lo hagan, respiramos hondo e indicamos el lugar donde los puedan encontrar.
Comienza la aventura!! Los hombres tienen la particularidad de nunca encontrar nada.
1)      Creen BUSCAR es sinónimo de REVOLVER. Entonces lo que estaba perfectamente ordenado en la mesa de luz, se convierte en un caos en el que no nos animamos a meter la mano.
2)      Pueden ir y mirar. Pero no ven el tesoro en cuestión. Si fuera una víbora los pica (como dijera mi abuela)
3)      Ante el desconcierto, echan la culpa. Cómo van a saber dónde encontrar algo si nosotras siempre escondemos las cosas.
4)      No saben por dónde comenzar a buscar ciertas cosas porque nunca se ocuparon de guardarlas. Pueden buscar los documentos en la cocina y sería algo totalmente lógico para ellos.
Básicamente los hombres nunca encuentran  nada.  Necesitan un mapa de la casa con la ubicación de las cosas. Será que no tiene el mínimo interés en sorprendernos y aparecer con el o los objetos solicitados en cuestión de segundos?
Es obvio! Terminamos yendo a buscar nosotras los documentos porque es más fácil y rápido, que jugar al gallito ciego y dar las instrucciones de búsqueda: “Más a la derecha… más a la izquierda, abajo, atrás… Etc. Etc.”
Respiramos hondo por onceava vez y pensamos que son sólo 4 días en lo que tenemos la oportunidad  encontrar la tranquilidad que esperábamos. (Pero un consejo: busquemos nosotros nomás la paz. No se lo pidamos a maridos ni parejas,  porque es muy posible que vuelvan con las manos vacías jajaja).

miércoles, 16 de marzo de 2016

No hay días de furia: Hay cosas que te llenan de furia

Hay días en que un auto pase por un charco y te llene de barro la prenda más blanca y pura no resulta importante. Pero hay días en que la furia se apodera de nuestro ser y queremos matar al conductor y a todos los vieron el incidente.
Hay cosas que por más que no nos hayamos levantado con el mejor humor, hacen que nuestro día se convierta en “EL DÍA FURIOSO”
*Llegar con 40 grados a la casa, querer tomar algo bien fresquito y encontrarte con la cubetera vacía.
*Prestar un libro y que te lo devuelvan manchado y con las hojas dobladas en las puntas.
*Esperar un cadete con un encargo para a las diez de la mañana y que llegue a las 12 hs, habiéndote hecho perder tu tiempo.
*Trabajar por horas en un archivo, que se corte la luz y darte cuenta que no habías guardado absolutamente nada.
*Pisar una baldosa floja después de un día de lluvia y ensuciarte el pie.
*Entrar a bañarte después de un día agotador y quedarte sin agua con toda la cabeza llena de shampoo.
*Querer tomar soda de la heladera (porque antes de salir al gimnasio dejaste un sifón enfriándose) y  obviamente está totalmente sin nada de líquido en su interior.
*Elegir la caja del súper con menos personas para pagar un paquete de galletas y que todos paguen don tarjeta de crédito.
*Salir con el tanque del auto en reserva y quedarte sin nafta (porque dijiste: “llego llego… “y no llegaste)
*Lavar ropa en el lavarropas y que se achique tanto que no lo pueda usar ni siquiera tu hija 30 años menor.
*Ir a una fiesta y que otra invitada tenga el mismo vestido que vos (y encima le quede mejor.
Y la peor  y por sobre todas las cosas más enfurecedoras: Ir al baño, relajarte y que no haya papel higiénico en el portarrollos. Grrrrrrr
Si después de todo esto encima, pasa un auto y osa mancharte accidentalmente, aunque sea una gota mínima querés arremeter contra el mundo cual King Kong enjaulado.
Por eso ciudadanos de Saltadilla (se acuerdan de las Chicas Superpoderosas?) cuando vean a una mujer desquiciada en la calle a los gritos… piensen que posiblemente antes de salir de su Hogar Dulce Hogar, se quedo sin papel higiénico en el baño. Sean piadosos y acuérdense cada uno en su casa de cambiar el papel si se lo acabaron.

miércoles, 9 de marzo de 2016

El estrés de volver de vacaciones

La vuelta al cole para las que tenemos hijos en edad escolar es todo un tema. Las reuniones de padres, la adquisición de los útiles, las semanas de adaptación… nada tan grave como que se terminen las vacaciones y querer entrar nuevamente en un jean (que como hacía calor ni se nos ocurría ponerlo).
Un paseo por la casa del terror es nada comparado a cuando nos probamos un pantalón, que hasta diciembre del año pasado nos entraba, y ahora… ¡¡¡no entra!!!
No nos resignamos y hacemos “lo que sea” para entrar.
Un poco de gimnasia para que se estire, tirarse boca arriba de la cama, prender el aire acondicionado en 17 grados (el frío
 deshincha jajajaja). Son algunos de los trucos que usamos para que si o si nos entre el jean. No podemos entender que tan solo pasaron las vacaciones. Cuanta maldad! Dijera Silvio Soldán. 
Logramos el objetivo después de pelear al menos 20 minutos en una guerra sin escrúpulos contra la que se ha convertido en este momento, en la PRENDA ENEMIGA.
Salimos de casa tipo robot. No hay forma de poder doblar las rodillas. En vez de ir en auto, optamos por caminar (no para empezar a quemar calorías, sino porque se  hace imposible sentarse de lo apretada que vamos).
Suponemos que con la caminata se va a estirar esta prenda maldita!  Pero lo que logramos es que se pegue más porque empezamos a transpirar como testigo falso.
Logras llegar a la reunión de padres. (Todo este lío comenzó con la vuelta al cole!!!) Nos ofrecen un vaso de agua pero sabemos que si lo tomamos, matamos a alguien porque el botón de la cintura va a salir volando cual cohete a la luna.  Sonreímos como podemos y cuando nos hacen entrar a la sala de reuniones nos damos cuenta que donde tenemos que sentarnos es en la sillita de la salita de 3 años. Hay necesidad??? El mundo se volvió en contra. Y por favor que no hagan hacer ninguna dinámica de grupo porque pinta el desmayo para zafar.
Nos hacemos las tontas y cual mujeres educadas dejamos el lugar a los demás padres, rogando que falte una sillita y justo sea la nuestra para quedarnos parada. Y ahí es donde nos ponemos a pensar que si hubiesen empezado las clases una semana después no era tan problemático…
No había necesidad de llegar a este punto. Hubiésemos aceptado la derrota en la pelea contra el jean.

Volvemos a casa como podemos y después de volver a prender el aire en -5 grados finalmente salimos de adentro del horror materializado. Una calza bien elastizada y volvemos a la vida. Comenzamos con las promesas de todos los años: Mañana volvemos  en gym!!!! Jajaja. Apoyo la vida saludable, pero hasta que logremos el objetivo veamos de invertir en otra prenda nos vaya a hacer el año más fácil. 

martes, 1 de marzo de 2016

Mujeres maduras? Las frutas maduran!!! (Como dijera la terapeuta de una amiga)




Porque se dice que la plenitud de la mujer comienza entre los 35 y 40 años?

De ser así, como pudimos ser felices los años anteriores?!

En realidad no creo que haya una edad “PLENA” para la mujer. Las mujeres disfrutamos de cada etapa de nuestra vida como queremos (o podemos). A medida que pasa el tiempo vamos valorando o nos parecen importantes diferentes cosas.

En la secundaria queremos pertenecer y ser aceptados por determinado grupo y hacemos lo que esté a nuestro alcance para agradar.

En la facultad lo importante es obtener un título porque nos dijeron que esa era la única forma de ser alguien en la vida. (Como si uno no fuera alguien por el solo hecho de existir jajaja)

Y después de “cierta edad” en la que vamos construyendo nuestra propia historia. Ya no nos hacemos las simpáticas, o hacemos cosas por compromiso. Hacemos lo que se nos da la gana.

Las relaciones personales van cambiando…Te alejas de la gente que simplemente no te aporta. Gente negativa, pendenciera, la que hace un mundo de cosas tontas. Gente envidiosa o egoísta.

No da hacer caridad con amistades ficticias. Nos quedamos con las personas buenas que nos hacen bien, y sino seguro encontramos gente nueva.

Tenemos sexo cuando queremos, y con quien queremos. Ya no nos importa el qué dirán. No tenemos que engañar a nadie con protocolos y formas estándares de vida.

Nos sentimos más seguras de nosotras mismas. Podemos entrar a un sex shop a cara lavada y sin anteojos de sol a plena luz del día. Porque el sexo y todo lo relacionado a esto, no nos provoca pudor ni vergüenza.


Ya no nos amargamos por cualquier cosa. Somos selectivas con la amargura. Ya nos ha ido demostrando la vida que las expectativas que tenemos sobre los demás son nuestras. Los demás no tienen por qué responder a esas expectativas como nosotros pretendemos porque somos seres independientes y diferentes. Por eso nos desilusionamos menos, y disfrutamos de las compañías como son. Nos vamos enrollando menos.

El hecho de que muchas mujeres nos veamos “más lindas que nunca” (como dijera Jorge Hané), es porque nos sentimos así!

Pero no se debe ni al producto para bajar de peso del “Llame Ya!”, ni porque nos llegó ansiada plenitud, ni porque nos queda la ropa que usábamos hace 10 años; sino porque vamos viviendo experiencias que van moldeándonos y nos van dando seguridad.

Somos los que somos, no queremos aparentar ni caerle bien a nadie más que a nosotras mismas. Somos mujeres felices!


Nota: Asegúrense de que alguien les regale algo lindo para el día de la mujer la semana que viene y Feliz día!!!