miércoles, 31 de agosto de 2016

Se aburre la burra...

Nos encanta charlar y compartir momentos con nuestras parejas, pero hay temas que realmente nos aburren. Las mujeres nos aburrimos con facilidad. Y seguramente nosotros aburrimos a otros y otras. La vida misma!
Pero hablar de motores, al igual que los deportes no nos interesa. No entendemos de autos, más que si lo vimos y nos pareció lindo. No nos interesa si tiene 5 o 70 caballos de fuerza. Solo es importante que el color del chasis sea fácil de combinar con nuestra ropa.
Y respecto a los deportes, solo conocemos a los deportistas lindos, los demás ni. (Hablando de lindos… vieron a los nadadores del equipo italiano?)
Si comienzan a hablar de sus ex, es terriblemente embolante. Nos genera bastante malestar, más si eran chicas más lindas o más jóvenes que nosotras. Si es una relación pasada, es porque algo salió mal y se termino, que sirva de lección y fin. Punto y aparte. No queremos saber detalles.
Que hable de él y nada más que de él y sus grandes logros y/o aventuras. Una vez suena divertido, dos también y a la tercera es aburrido. Los demás deberían considerar si se trata de un gran logro o una super y divertida aventura. Chatrán hubo uno solo jajaja
Cuando siempre les duele algo, al principio nos da ternura y tratamos de calmar el achaque. Pero con el tiempo, no vemos la hora que deje de quejarse por dolores que son innecesarios contar. A todos nos puede doler el dedo gordo, y no por eso vamos a contarlo como “el gran dolor”.
Los atléticos que nos cuentan las series que hicieron en el gimnasio, y aquellos que se quejan de los kilos de más y de cómo subieron de peso con el tiempo. El tema estético es sólo divertido cuando lo hablamos con amigas. Y si de charlas de amigas se trata, también hay varios temitas un tanto aburridos, que dejamos pasar a cambio de buenos momentos.
En realidad las mujeres somos tan jodidas y egocéntricas, que nos gusta que nos alaben y hablen de nosotros. No les dejamos pasar “ni una” a nuestras parejas. No es justo la verdad… deberíamos ser más tolerantes. Aprender un poco más sobre motores, entender algo, aunque más no sea, de deportes; e ir al gimnasio juntos a quemar calorías (o a otro lado…).
De todas maneras existen una cantidad de temas para hablar que no son los mencionados y podrían resultar muy divertidos o interesantes. No les parece?

miércoles, 24 de agosto de 2016

Comer, beber, amar...

Cuando alguien nos invita a cenar, ya sea que estemos comenzando una relación o lleva un tiempo, nos preocupamos si vamos de pantalón o vestido, o como nos vamos a peinar y que ropa interior vamos a usar. Entre tanto empirifolleo, nunca tenemos en cuenta lo que vamos a comer y beber.
Es importante pedir un menú que nos guste. A que voy con esto? No es momento de estar probando comida china o con frutos secos si no los hemos comido antes. (No sabemos si esto nos va a dar alergia o no. No vaya a ser que la única cama a la que lleguemos sea a la de la guardia de un hospital).
No da pedir el plato más caro o el más barato de la carta. No importa si paga uno o el otro. Siempre esta bueno ser moderados.
Si venimos onda vegetariana, tratemos de pedir todo menos ensalada verde. Nada menos sexy que toda la noche con una lechuga pegada en el diente.
Los fideos largos tipo spaguetti están prohibidos!!! Y menos con salsa putanesca. Lo más probable es que terminemos manchadas con salsa y con un olor a anchoas terrible que nadie se nos querrá acercar a menos de dos metros.
Si la elección está orientada hacia la carne, nada que tenga costillitas. Son muy deliciosas pero comer con la mano no está bien visto, además de necesitar un paquete completo de servilletas para limpiarnos los dedos.
Bebida con Alcohol o bebida sin alcohol? Esa es la cuestión! Hay personas a las que anima tomar un poquito de alcohol y otras que terminan pasando papelones con el exceso.
Si habitualmente no somos de las que tomamos alcohol, para qué probar justo en “este” momento. Y si drinkeamos seguido, ya sabemos de qué se trata, así que con moderación.
Como regla general (y si se puede mantener en el tiempo, y en los encuentros aunque sean con amigos) sugiero:
Evitar comidas con AJO, CEBOLLA y como dije antes: ANCHOAS. A la mayoría de las personas les cae mal y creen que no es así. Es terrible acercarse a personas que emanan los aromas provenientes de estos alimentos.
Seguramente si comemos carne alguna cosita entre los dientes nos quedará, así que llevar hilo dental en la cartera siempre es una buena opción y obviamente retirarse al baño para usarlo.
Y por supuesto que para dar buenos besos es perfecto llevar siempre chiclecitos de mentol que van a mejorar nuestro aliento.
Esto por supuesto vale también si la invitación es en una casa, y es una la que se esmera cocinando.
Pensándolo bien, tendría que servir tanto para las primeras citas como para las que no lo son. . No hay que caer en la dejadez. Siempre hay que conquistar y regar la plantita del amor todos los días.


miércoles, 17 de agosto de 2016

Yo compro, tu compras, nosotras compramos. Ellos compran?

No es novedad que los hombres son de Marte y las mujeres somos de Venus. Y a la hora de hacer shopping tenemos en general necesidades totalmente diferentes.
Partiendo de la base de que para los hombres el salir a comprar ropa o cualquier producto es una experiencia simple que no va más allá de eso.
Para nosotras puede convertirse en el mayor placer. Nos gusta comprar cuando estamos contentas, cuando estamos tristes y porque si.
Ni hablar si es época de liquidación. Podemos predecir el futuro, y comprar siendo previsoras para la temporada del año que vendrá. Siempre hay clásicos que pueden ser muy bien recibidos en nuestro placard.
Ellos no pueden comprar un tapado en primavera, ni una remera invierno. La compra es para usarla ahora… (si es que no salen con la ropa puesta..)
Nosotras somos más impulsivas y compulsivas a la hora de invertir, y no podemos concebir que los hombres den tantas vueltas a la hora de adquirir un producto. Miran hasta el más mínimo detalle. Investigan hasta el origen de la fábrica.
Comprar regalos para todos los cumpleaños del mes y aprovechar las promociones de las tarjetas de crédito, es algo que no conocen. Entre los hombres se regalan poco, y si lo consideran muy buen amigo, esa misma tarde antes del cumpleaños salen a comprar “algo” lo que sea para el agasajado.
Nosotras: o nos juntamos en grupos y regalamos “muy buenos regalos” o aprovechamos las promociones. Más aún si tienen hijos que tienen al menos seis cumpleañitos por mes, en donde si o si hay que aprovechar el 2x1.
Eso de comprar bueno, bonito y barato es como un desafío que nos encanta emprender. Tener mayor cantidad de prendas que conseguimos por una ganga no tiene precio. Para todo lo demás… existe ya sabemos qué tarjeta de crédito.
Podemos endeudarnos varios meses con tal de no dejar pasar una oportunidad.
En cambio los hombres, si tiene el dinero lo compran, y si no, no. Nada es de primera necesidad, los descuentos no son importantes, y menos si se trata de ropa!
Nada mejor que complementarnos. Seria caótico comprar ambos en una pareja compulsivamente, mucho más que si ninguno de los dos disfruta de hacer compras.
Y no se hagan los austeros! Cuando digo compras incluyo desde celulares, cuatriciclos, bebidas, comida, música…y ropa.


miércoles, 10 de agosto de 2016

El Gimnasio: Un lugar de encuentros

A veces, cuando me hago un tiempito y justo me dan ganas de hacer actividad física, me digno a ir al gimnasio.
Si bien hago los ejercicios que el entrenador me propone, también paso mucho tiempo en la cinta observando lo que pasa a mí alrededor.
El gimnasio es como un boliche. Hay de todo y para todos los gustos! Maramá y Rombay protagonizan la música y si bien obviamente no hay barra de tragos, está el dispenser de agua que hace las veces de barman. (Siempre y cuando no haya algún caballero que se ofrezca a hacer de bar tender)
Hay varios tipos de entrenadores:
El que se toma todos los anabólicos e intenta hacer que te tomes todos los suplementos habidos y por haber, te habla de lo increíble que es su vida a partir de que los descubrió. Suena como un miembro de una secta que quiere imponerte un culto a las vitaminas y esas yerbas.
El flaquito que intenta levantarse cuanta mina pise el gimnasio (si es sub-20 mejor). Se aprende todos los temas de moda (Insisto con Maramá y Rombay) e investiga el nombre de la alumna para buscarla en Facebook y darle Like a cuanta publicación haga.
Y el dueño, que trata de poner orden y algo de seriedad como para que sea un lugar cool sin dejar de ser un centro de salud.
Dentro de los asistentes masculinos, están los que van con la mejor ropa y hasta perfumados. Hacen dos o tres ejercicios y se pasan la tarde charlando con chicas que son de su agrado. También existen los que van zaparrastrosos, pero son los menos. Todo está fríamente calculado (Además coincidirán conmigo que la ropa deportiva es cada vez más linda).
Las chicas diosas que van a entrenar dentro de las cuales podríamos establecer algunas categorías:
-Las que se esfuerzan para mantener el lomazo que portan,
-Las que histeriquean con los profes y terminan encontrando su propio “personal trainer”,
Y las que tiene un cuerpo increíble solo por genética y van a leer revistas y/o chatear con el celu.
También van los gorditos y gorditas que se esfuerzan y realmente saben que hacer gimnasia les va a mejorar la salud y su calidad de vida. Miran con un poco de envidia sana a los que están en forma, pero les sirve de motivación para seguir.
Hay gente que va a rehabilitación cuyos ejercicios son lentos y a conciencia. Supongo estos últimos deben observar (o chusmear) tanto como yo, aunque me muero por saber que piensan de toda esta mezcla.
No se pueden negar los increíbles beneficios que se obtienen en nuestra salud yendo al gimnasio. Y si algunos pueden obtener más ventajas, mucho mejor!!!  

miércoles, 3 de agosto de 2016

Sobre gustos...

Para una cita romántica, además de usar velas aromáticas, preparar una cena muy rica y vestirse sexy, se debe tener en cuenta la música. Esto último es lo que va a dar la pauta de qué tipo de cita será. Cursi, divertida, salvaje o aburrida.
No es mismo escuchar pop, rock o reggaetón o cumbia.
Cold Play y Adele, son los más clásicos y hasta habrá algunos que todavía se inspiran con Michael Bolton o Elthon John.
Se imaginan una cita con heavy metal? Seguro será un encuentro más que intenso y pasional.
Hay estudios científicos que han analizado cómo influye cada ritmo en el sexo… pero nada con hacer cada uno su experiencia.
Para los que son buenos bailarines, escuchar reggaetón y hacer una previa bailando podría funcionar. Pero para los que son de madera terciada, ni se les ocurra porque sería un papelón. Eso si… a no esmerarse mucho en el perreo porque hay que dejar energías para el postre.
El rock tiene un efecto casi embriagador… Queen y Guns and Roses llevan la punta en el rock internacional. Aunque para los que vieron Tango Feroz (una antigüedad…) recordarán escenas de Cecilia Dopazo y Fernán Mirás con Rock Nacional de fondo. La reseca puede resultar fantástica y liberadora si nos interesa realmente la otra persona. Pero si no es así, va a ser un gran dolor de cabeza.
La música clásica podría ser una experiencia curiosa. Variando entre Adagio, Allegro, Presto y Prestissimo. Suena algo aburrido no? Aunque después de Las 50 Sombras de Grey, todo ha cambiado en el mundo de la conquista, el amor y otras yerbas. No se pierde nada con probar…
Si suena Maroon Five, seguramente va a ser divertido y ameno. Algo muy fluido. Una buena opción si después el plan es dormir juntos.
Blues y jazz: Luces bajas, un vaso de vino y Norah Jones sonando de fondo. Sin duda el escenario ideal para disfrutar de un encuentro donde se estimulen cada uno de nuestros sentidos.
Todos los ritmos estimulan de una u otra manera nuestras hormonas. Hay que ver qué tipo de música se adapta mejor al momento y a la persona con la que estamos. Y si vemos que no está saliendo tal como lo esperábamos, cambiamos de ritmo y listo! Lo importante es que se disfrute como sea.