domingo, 2 de abril de 2017

CERO sentido de la orientación

El sentido de la orientación parece ser un DON par aquellas personas que hasta saben identificar el Norte del Sur en medio de la nada misma con solo mojar su dedo y esperar de donde viene la brisa.

Para las que nos cuesta llegar a nuestras casas sin perdernos por más que estemos a cinco cuadras, es una odisea. Seguramente es cuestión de prestar más atención, pero hay personas que vienen con los mapas cargados en el disco duro desde el nacimiento (no es mi caso).

Interpretar mapas, ubicarse en una ciudad, o elegir la salida correcta de un shopping, no es algo que a los desorientados nos salga muy bien hacer. Muchas veces la única forma en la que aprendemos es perdiéndonos setecientas veces para llegar a destino. Y eso que ahora la mayoría de las personas contamos con un GPS en el celular.

Las personas que tienen CERO sentido de la orientación han vivido situaciones como éstas con más frecuencia de las que quisieran.

Salir de un local en un shopping y volver por donde vinimos pensando que seguimos nuestro recorrido, sin darnos cuenta de que estamos mirando las mismas vidrieras que vimos hace minutos atrás.

Discusiones en las vacaciones por ser pésimos copilotos y orientar mal al conductor. Si le hacemos caso al GPS, porque le hacemos caso. Y si no le hacemos caso, porque no lo hacemos. (GPS maldito! Jussssto en esa oportunidad tenia mal cargada la ruta. Así tampoco la tecnología estaría colaborando con la causa).

Ir a una casa alejada de la ciudad, e ir detrás (por no decir pegados al punto de escuchar la música del auto que está delante nuestro) de “alguien” que sepa dónde queda la morada para evitar perdernos. Si esto significa poner en riego nuestras vidas por ir a toda velocidad y no perder de vista al experto u experta, lo hacemos igual! Toda esta aventura mientras pensamos que hubiésemos ido en el sentido totalmente contrario al que estamos yendo, si hubiéramos tenido que decidir nuestro propio camino.

Hasta leyendo los libros de “Elige tu propia aventura” elegíamos mal: siempre terminabamos en el agujero negro sin vida de otro planeta, o dentro de un laberinto sin salida. Esta capacidad de desorientación también es innata.

Por suerte personas totalmente despistadas contamos siempre con personas cercanas con super poderes de orientación que nos salvan del estrés de tener que elegir el camino correcto.

Identificar NORTE y SUR (Arriba y Abajo), mal que mal lo hacemos. Ahora cuando se trata de decidir cual el ESTE y el OESTE… para que esforzarnos. Nunca pero nunca daríamos en la tecla (Derecha izquierda?, izquierda y derecha?, con la mano que escribimos? O con la otra? Y los zurdos como hacen?).

Por suerte hay una buena noticia!!! Este DON de identificar los puntos cardinales y orientarse en la vida, se puede aprender. (Habría que prestar atención y todas esas cuestiones, pero podríamos lograrlo). Y si no, la otra opción es conocer a la persona indicada que dirija el curso de tu vida (muy cursi jajaja pero sin esa persona que nos haga de lazarillo seguro nos perdemosssssss.)

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