miércoles, 17 de febrero de 2016

Vacaciones en familia!



Tal vez vacacionar en familia sea muy divertido! Claro… siempre y cuando no seas adolescente. La adolescencia es terrible! Y los padres también!

Hay padres y padres. Hay padres rígidos, otros relajados, algunos inmaduros, otros alegres, tal vez muchos serios, y otros cool. ¡En fin! las posibilidades son infinitas.

El exceso de cariño en público, contar las anécdotas de cuando éramos niños, mostrar fotos de bebe (y guarda con que sea solo foto y no el primer rulo que lleva guardado en la billetera!) o bailar alocadamente frente a los amigos; resulta inexplicablemente vergonzoso para los hijos.

Y ni hablar de la vestimenta de los padres en la playa. Si bien estamos en una época donde las reglas del buen vestir se han vuelto obsoletas, aplicar el sentido común sigue de moda. Y cuando uno está de vacaciones y relajado, posiblemente quede en el olvido este pequeño detalle.

Hace unas semanas hablando de las vacaciones con una amiga de una amiga de una amiga (así no se dan cuenta de quien estoy hablando…) me contó su experiencia de vacacionar con su padres siendo adolescente. Resulta que llegan a la ansiada playa, su padre (que no dudo haya sido un tipo lindo en sus épocas mozas… pero para estas alturas ya estaba entrado en edad), pela zunga. Si! Leyeron bien! Zunga! Se imaginan a su propio padre en esa mallita chiquitita que deja muy poco para imaginar? (Estoy tratando de que imaginen a su padre, no a Marlon Teixeira).

La cuestión es que para disminuir la vergüenza que sentía negó a su padre. Cuando las personas le preguntaban con quien había viajado ella decía: “Con mi mamá y su NOVIO” (No es mala idea no? Jajaja Pero no se dio cuenta de un pequeño detalle: son iguales!!! No había forma de zafar…)

Y a otra amiga (amiga de una amiga de una amiga), le pasó que fue a la playa con su suegra (Linda señora! pero pasando los 60 años). Su bikini era más diminuto que el de la nuera. Ahí la negación no es válida. Era orgullo de que la suegra quede mal parada! (Todas piensan lo mismo pero no lo van a admitir jajaja).

El tema es que ahora la mayoría de entre 30 y 40 años tenemos hijos pequeños y recordamos éstas, como tantas anécdotas de forma graciosa. Espero no seamos de esas madres o suegras que avergoncemos a nuestros hijos en el futuro. Que dicen? Yo no puedo asegurarles nada. Podría tal vez (y no estoy muy segura) evitar la bikini ultra diminuta, pero el baile desenfrenado lo dudo… pobre de mi hija!

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