miércoles, 24 de febrero de 2016

20 años no es nada...

El viaje a mis pagos me hace acordar a mis felices días de secundaria.

Para muchos, reencontrarse con una persona cercana en la adolescencia es perfecto para revivir épocas doradas.

“Estas igual!!!” Frases como ésta suelen ser comunes para saludar a un ex compañerito. O también está el: “Que cambiado estás, casi ni te reconozco!

A pesar de que son innegables los efectos no deseados que vienen con los años, la idea general de quienes nos reencontramos con amigos de la secundaria es seguir igual o mejor que en aquellos años.

Pero ni el celular ni el boca a boca. Nada es tan eficaz como las redes sociales. Con Facebook a la cabeza, es obvio que aunque no tengamos a algunas personas en la lista de amigos, observamos sus vidas en primera fila.

Envidiamos (sanamente y en familia como dijera Carlitos Balá) a las que están mejores que en la secundaria, nos reímos de los que no reconocemos porque están gorditos, canosos o pelados. Nos alegramos si formaron una familia y también por aquel ex compañero que no levantaba ni tierra y ahora está con una diosa y 15 años más joven.

Seguramente alguna tuvo un novio de la secundaria (del que seguro no es amiga en el Face) del que estamos al tanto del cambio de estado civil o emocional de su vida. Y no porque nos haya quedado algo sin resolver, sino de chusmas nomas.

Y acá se presenta una bisagra: Si te dejó por otra, querés que el día en que te lo cruces, te vea espléndida y diga: Mirá de lo que me perdí!

Y si vos lo dejaste por otro, lo mismo querés te sienta que merecía ser dejado por algo mejor.

Para nosotras es importante (o al menos prestamos más atención) a cuestiones como: si estamos solteras, divorciadas o si tuvimos hijos. Y obvio, no nos hagamos las tontas, prestamos GRAN interés a la apariencia física: No podemos creer que una de nuestras amigas no haya aumentado ni un gramo y esté aún más linda de lo que estaba hace dos décadas.

Para ellos, el ser pazón, canoso o pelado no les genera mayor preocupación, siempre y cuando demuestren que haya conseguido éxito profesional y económico.

Si llega a estar igual que en la secundaria, y además ha triunfado, seremos nosotras que diremos: Mirá lo que me perdí! jajaja

Más allá de estas diferencias, después de los primeros 5 minutos críticos, se dejan de lado las vanalidades y sienten que el tiempo no ha pasado. Vuelven a retomar el contacto ya sea que vivan en la misma ciudad o a km de distancia.

Estoy segura de que estas frases no se escucharán dentro de 20 años. Las relaciones van cambiando… los términos van cambiando. (Hablamos como viejos).Ya hemos escuchado a nuestros padres decir: antes las cosas eran de tal o cual manera. Lo mismo nos sucederá con nuestros hijos.

Hay algo que es inevitable: El paso del tiempo. A algunos les sienta mejor que a otros… pero lo bueno es darse cuenta que las relaciones de amistad pueden mantenerse y mejorarse con este tiempo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario