martes, 11 de octubre de 2016

Adivina, adivinador

¿Cuántas de nosotras, no ha intentado o no se ha sentido atraída alguna vez en acudir a una persona experta en predecir el futuro?

Todas hemos escuchado cómo alguien ha ido a una cita o se ha puesto en contacto con una vidente, y cuentan cómo han acertado cosas que era imposible supieran de antemano.

Y cuando escuchamos estas historias, siempre nos entra la duda, y nos da intriga. No sabemos si es algo turbio o algo prohibido, pero nos dan ganar de ir.

Y como mujeres curiosas que somos, a veces inseguras y llenas de miedo, otras esperanzadas y optimistas; a todas nos gustaría saber cosas de nuestro futuro. Sobre todo si ese futuro es el que deseamos o se acerca a nuestras expectativas.

Pero no conozco persona que haya ido a consultar por el futuro de la humanidad. Nooooooo queremos aprovechar la sesión de clarividencia (o como se llame) toda todita para nosotras. Queremos saber si la persona con la que estamos es la indicada, si se va a solucionar el problema con el que venimos cargando, o si nos embarcamos en un proyecto o no.

Insistimos con anticiparnos a nuestros propios pasos. A tratar de ser lo más certeras posibles en nuestros movimientos, como si eso nos diera la seguridad que necesitamos. Serán nuestras estructuras mentales, sociales o que carancho?!

Y si… uno da muchos pasos importantes en la vida… un matrimonio, un hijo (y el segundo), un negocio, un divorcio… tantas cosas de las que queremos estar seguras al proceder.

Pero seamos sinceras: si una vidente nos dice que la persona con la que estamos no es la correcta para nosotros, no le hacemos caso. Seguro tenemos una propia interpretación de los hechos para justificar por qué seguimos y vamos a casarnos con esa persona.

Nos gusta escuchar lo que queremos escuchar, e interpretamos y nos enrollamos con lo que queremos. Es decir que esto de acudir a las adivinadoras, es solo para espiar un poco lo que puede llegar a venir y que obviamente el destino puede cambiar.

Hasta necesitamos anticiparnos al clima que hará dentro de una semana. Todo queremos saber! Para estar preparadas y no nos vayan a agarrar desprevenidas.

Pero guarda! Porque si llega a cambiar repentinamente el clima o cualquiera de los hechos que pensábamos teníamos fríamente calculados, nos agarra pánico por no poder manejar la situación.

Así que tranqui… lo mejor siempre está por venir, y nada nos asegura la felicidad. Por eso recomiendo: Dejarse sorprender por la vida.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario