Cuando los años pesan...

Y no es solo un decir…
Cuando cada año que pasa agregamos a nuestro cuerpito un par de kilitos extras… (y no estoy hablando en sentido literal).
Cuando decimos los años no vienen solos. Y no!!! Vienen acompañados de kilos (además de arrugas y experiencia).
Es realmente embolante!!! Porque a las mujeres nos cuesta bajar de peso! Leemos e intentamos (digo intentamos porque en lo que a mí respecta no me sale hacer dieta más de dos días. CERO voluntad!).
Que la dieta proteica, la disociada, la mediterránea, la de la manzana, la de la luna, y la de sol.
Hasta recuerdo una famosa que intentaba (al igual que yo) hacer mi mama: la dieta Scardale.
Cada vez existen más suplementos, mezclas y pócimas que prometen resultados mágicos!!
Chia con limón y miel, jugo de limón exprimido, avena en el desayuno y hasta café verde (este último ni siquiera me lo imagino…)
Y por si esto fuera poco… todas las nutricionistas te dicen que tenés que acompañar una buena alimentación, con ejercicios. Que salto rana, sentadillas, lagartijas, abdominales y carreras cortas.
Realmente ponerse en forma para llegar al verano, parece más sacrificado que internarse en un convento budista.
Además uno va cambiando de nutricionista, como si la profesional fuera la que tendría el poder de hacer descender o no de peso. Si bajamos es gracias a la nutricionista, y si no logramos resultados es porque la nutricionista es mala (muy mala…). Nunca nos hacemos cargo de nuestra falta de voluntad.
Porque a todo esto sumémosle, que seguimos con una vida o una rutina a la que no le podemos sacar mucho tiempo. Tenemos que levantarnos más temprano, acostarnos una horita mas tarde.
Además todo engorda! Hasta las Gotitas de Amor… (Pero si solo son gotitassssss chiquititas!!! y encima de amor! Como podrían hacernos daño??!!).
De sólo pensarlo me agota…
Será momento de Comer, Rezar y Amar?
Esto no da para más… voy por la malla enteriza para las vacaciones… no podemos vivir intentando estar a dieta…
Esto sino, no es vida señores!