martes, 24 de enero de 2017

Vamos de paseo en un auto muy muy nuevo

Estamos en una era donde tenemos mucha tecnología a nuestro alcance (que a veces usamos como una herramienta para el bien y otras para hacer macanas).

Autos que se estacionan solos, con dirección automática, que se abren sin necesidad de tener una llave, que cambian a 4x4 cuando el terreno lo requiere, y mucho más!

Hace unos días se me quedo sin batería la camioneta. Algo tan simple como eso, que obviamente me puso en una situación muy nerviosa (digan que una pareja de amigos me ayudó prestándome su vehículo para llegar a destino).

Podría haber hecho puente? (o algo asi…) Si obvio!! Siempre y cuando hubiese sabido donde tenía las pinzas cocodrilo o donde se encontraba la batería. Y antes que nada tendría que haber abierto el capot que no sé ni cómo se hace. (Urgente un curso básico -aunque más no sea- de supervivencia a conducir un auto.)

Lo más sorprendente cuando conté mi super aventura (donde había luces que titilaban y mensajes que no sé que me querían decir), fue el comentario de una persona de unos 60 y pico de años que me dijo: “Tu generación está muy mal acostumbrada!!! Al menos ahora tenias un celular para poderte comunicar con un remolque o quien fuere. (Cosa que tampoco se me ocurrió) Hace 30 años, no existían los celulares, muchos autos no tenían la suficiente tecnología como para avisar si el motor estaba caliente, o no andaba el medidor de combustible y no sabias hasta dónde iba a alcanzar la nafta”.

Me sentí ingrata de alguna manera….

De repente la mesa se lleno de anécdotas graciosas de viajes de nuestra niñez llenos de percances, y anécdotas que seguimos recordando.

Noches en pueblos desconocidos porque la velocidad promedio del viaje era de 80 kmxh y había que hacer en 2 o 3 días el trayecto.

Caminatas de de 1 o 2 km con el bidón hasta la estación de servicio más cercana porque se calculó mal el rendimiento del tanque (por poquitito no se llego).

Autos humeando por recalentamiento del motor en medio de avenidas muy transitadas.

Repasadores en las ventanillas que hacían de parasoles porque no había vidrios polarizados.

Horas jugando al juego de las patentes porque ni hablar de DVD portátil.

Deberíamos aprovechar y usar de manera correcta la tecnología y ser más responsables a la hora de subirnos a un auto. No es sólo poner en contacto el vehículo y acelerar como locas, sino leer el manual y tomar conciencia de la responsabilidad que implica conducir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario